El cálculo preciso del BMR requiere una recopilación de datos exacta y una interpretación cuidadosa. Sigue este enfoque sistemático para asegurar que tus resultados proporcionen una base confiable para tu planificación nutricional y de fitness.
1. Medidas corporales precisas
Comienza con mediciones precisas de peso y altura. Pésate por la mañana, después de ir al baño pero antes de comer, usando ropa mínima. Utiliza una báscula confiable y mide tu altura sin zapatos, de pie recto contra una pared. Estas mediciones deben ser lo más actuales posible, ya que incluso pequeños cambios pueden afectar el cálculo de tu BMR. Para obtener los resultados más precisos, toma varias mediciones durante varios días y usa los valores promedio.
2. Consideraciones de edad y género
Introduce tu edad actual en años; la ecuación de Mifflin-St Jeor tiene en cuenta el descenso natural del metabolismo que ocurre con la edad. Selecciona tu género biológico, ya que la ecuación utiliza diferentes coeficientes para hombres y mujeres. Estas diferencias reflejan variaciones en la composición corporal, siendo los hombres típicamente de mayor masa muscular y menor porcentaje de grasa corporal, lo que lleva a tasas metabólicas más altas.
3. Evaluación del nivel de actividad
Evalúa honestamente tu nivel típico de actividad diaria. Sedentario incluye trabajos de oficina con poco ejercicio, ligeramente activo incluye ejercicio ligero 1-3 días por semana, moderado incluye ejercicio moderado 3-5 días por semana, muy activo incluye ejercicio intenso 6-7 días por semana, y extremadamente activo incluye ejercicio muy intenso y trabajo físico. Sé realista sobre tu nivel de actividad, ya que sobreestimarlo puede llevarte a consumir más calorías de las que realmente necesitas.
4. Interpretación y aplicación de resultados
Tu BMR representa tus necesidades calóricas básicas en reposo. Tu TDEE representa tus necesidades calóricas diarias totales incluyendo todas las actividades. Para mantener el peso, consume calorías iguales a tu TDEE. Para perder peso, crea un déficit de 500-1000 calorías por día (apuntando a 0.5-1 kg por semana). Para ganar peso, crea un superávit de 300-500 calorías por día. Recuerda que estos son estimados y que las variaciones individuales pueden requerir ajustes según tu progreso y objetivos.